Boletín ENIGMA - nº 11

1 Marzo 2003

 


Boletín del Taller de Criptografía de Arturo Quirantes Sierra


Dirección original: http://www.cripto.es/enigma/boletin_enigma_11


EDITORIAL

CRIPTOGRAFÍA HISTÓRICA - Las primeras Enigmas en España ... o casi

CRIPTOGRAFÍA HISTÓRICA - Descifrando mensajes de la GCE I

CRIPTOGRAFÍA HISTÓRICA - Instrucciones de uso para claves telegráficas

LIBERTAD VIGILADA - Actividades Comint británicas en España (II)
 


 

EDITORIAL

 

Nuevo boletín, y con éste nos acercamos a la docena. Tras los últimos artículos dedicados al criptoanálisis de Enigma, hacemos un descanso. No ciertamente por falta de material, que se agolpa y pugna por salir de la bandeja. Pero hay mucha información interesante sobre otros tipos de cifras en España, y vamos a irle dando salida.

Comenzamos con una breve reseña sobre lo que pudiera haber sido la primera adquisición de Enigmas en España. A continuación, un par de documentos de los archivos españoles: un mensaje cifrado de la Guerra Civil (cuyo descifrado se deja como ejercicio al lector), y un breve recetario sobre cómo cifrar mensajes. Finalmente, la segunda parte del artículo que escribí para el libro "Libertad Vigilada."

Puedo deciros que, gracias a la información obtenida en diversos archivos nacionales y extranjeros, este Boletín estará bien nutrido durante los meses sucesivos. El único problema es el de coger un empacho. Así que a masticar como niños buenos. Tomen tenedor y cuchillo, y que aproveche.

 


 

CRIPTOGRAFÍA HISTÓRICA - Las primeras Enigmas en España ... o casi

 

Uno de los enigmas (y perdónenme la redundancia) que intentamos resolver en este boletín es la procedencia de las máquinas Enigma utilizadas en España. Es creencia que, durante la Guerra Civil, la Alemania de Hitler proporcionó diversas de estas máquinas cifradoras a las fuerzas de Franco. Según los archivos británicos, la primera vez que los ingleses descifraron un mensaje Enigma emitido desde España fue el 24 de Abril de 1937. Sigue sin estar claro si se trataba de mensajes transmitidos por las fuerzas franquistas, o por las tropas alemanas (Legión Cóndor).

No obstante, hay indicaciones de que el gobierno español consideró la compra de máquinas Enigma desde al menos 1931. Según la documentación existente en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, el embajador español en Berlín se interesó por la adquisición de máquinas cifradoras. En noviembre de 1931, la Chiffriermaschinen Aktiengesellschaft hizo un ofrecimiento de máquinas Enigma modelo A a un precio de unos 600 marcos ejemplar (aproximadamente unos mil euros de hoy).

Parece ser que la oferta no fue aceptada, ya que un par de años más tarde se decidió adquirir una máquina de otra empresa, pero el hecho es que ya en 1931 se conocía la existencia y capacidades de la Enigma, lo que posiblemente influyó durante la Guerra Civil a la hora de aceptar los regalos alemanes.

Una de las curiosidades que guarda el archivo de Asuntos Exteriores es un manual de la máquina Enigma. Más bien debería decir un folleto de ventas, no muy diferente a los que podemos encontrar hoy día en las ferias de informática. Existe una copia de dicho folleto, en alemán, en los archivos británicos. Sin embargo, el que se conserva en Exteriores es una copia en español.

¿Quieren leerlo? Pues ya tardan. Nuestro Museo Camazón incluye desde hoy dicho folleto, digitalizado en formato jpg. Espero que pronto podamos pasarlo a formato texto (¿voluntarios?). Mientras tanto, imagínense que un bucle temporal les retrotrae a los años treinta. Pasan por una feria de muestras, y un folleto titulado "máquina de cifrar Enigma". Hum, qué curioso....
 

http://www.cripto.es/museo.htm

 


 

CRIPTOGRAFÍA HISTÓRICA - Descifrando mensajes de la GCE I

 

Durante muchos boletines hemos hablado del criptoanálisis de Enigma, sus repercusiones en la Segunda Guerra Mundial, etc. Sin embargo, nuestra Guerra Civil proporcionó cantidad de oportunidades para los criptoanalistas, tanto de un bando como de otro.

A partir de hoy, vamos a echar mano también de la cantera nacional. Nuestros archivos bullen de mensajes cifrados de uno y otro bando. Y comenzaremos con un pequeño ejercicio que pondrá a prueba vuestras dotes de criptoanalistas. No os preocupéis si no os sentís a la altura de Rejewski o Turing. Sólo hace falta un poco de imaginación, ingenio y sentido común.

El mensaje de este mes fue enviado el 26 de Julio de 1936 por el ejército alzado en armas. Remitente: el General Jefe Superior de las Fuerzas Militares en Marruecos. Destinatario: el Comandante Militar de Las Palmas. El contenido es el siguiente:

6901 1799 2293 7402 4931 2632 6010 3531 7217 2551 0432 1201 3149
7228 0593 3004 6689 2693 0163 2963 3007 8939 2746 6080 1653 7401
1431 2174 0351 1849 1172 3166 7401 9591 2622 4849 0131 2139 6246
3553 8132 4660 5148 3509 4862 8251 3891 7601 2119 7231 0714 9189
0795 0622 3421 6780 8918 2117 3532 6080 6951

Este mensaje está cifrado mediante un método bastante usado durante la Guerra Civil Española (GCE). Cada grupo de dos dígitos representaba una letra. Como los dígitos van de 01 a 99, una letra va representada por más de un grupo; el 00 se usaba a veces para indicar fin de palabra.

El radio-operador que captó este mensaje comenzó a descifrarlo. En el original (que se conserva en el Archivo Histórico de la Guerra Civil en Salamanca) aparecen traducidas las dos primeras líneas:

"Mande un barco extranjero para adquirir cualquier punto zona..."

y luego se detiene. El resto no está traducido. ¿El motivo? El propio descifrador nos lo cuenta a lápiz: "ya está descifrado, se refiere a adquisición harina"

Con esa pista, y aprovechando que la parte ya descifrada nos permite conocer parte de la clave (69=M, 01=A, 17=N, 99=D ...). Imagínese que usted es el criptoanalista. Conoce una fracción de la clave, y ahora este mensaje le permitirá conocer parte del resto. El próximo mes, daremos la respuesta correcta (al menos, la que me salió a mí). Anímense a enviarme sus soluciones. Quien logre descifrar el resto del mensaje en su totalidad será galardonado con el muy prestigioso título de Criptoanalista Enigmático. Vamos, no es tan difícil. ¿Quién será el primero en alcanzar tal honor?

 


 

CRIPTOGRAFÍA HISTÓRICA - Instrucciones de uso para claves telegráficas

 

"... España sobresalió durante los siglos XVI y XVII en la creación de tratados criptográficos de original ingenio. Harto lejano quedaba sin embargo esa etapa brillante al estallar la guerra de 1936. Más que oxidada, la creatividad hispana en ese campo se hallaba somnolente o difunta..."

Esto escribió Domingo Pastor Petit ("Los dossiers secretos de la Guerra Civil"). Con matizaciones, esta afirmación puede aceptarse. Sin embargo, no todos los criptoespañoles eran unos ignorantes. He aquí unas instrucciones dadas en julio de 1935 por el subsecretario Fanjul, del Ministerio de la Guerra, cuyo original se conserva en el archivo militar de Ávila. Representan, incluso hoy día, un buen recetario de lo que un
cifrador debe hacer ... y de lo que debe evitar.


INSTRUCCIONES DE USO OBLIGATORIO PARA EL EMPLEO DE LAS CLAVES TELEGRÁFICAS

- Los telegramas se cifrarán siempre por completo, es decir, no circularán dsepachos en los que vayan unas partes de ellos en lenguaje claro y otras en cifrado.

- Queda prohibido el uso de fórmulas de cortesía y de tratamiento, debiendo el texto cifrado tratar el asunto a que se refiere, en forma precisa y lacónica.

- Se evitará en lo posible la repetición de palabras en el texto original que se traduciría posiblemente en el cifrado, en la secuencia de pasajes parecidos

- Se cuidará de enmascarar la gran frecuencia de las letras E y A, utilizando alternativamente los grupos de números que en la clave les correspondan y cuidando de situar estas letras en columnas que tengan cuatros grupos de cifras. Por el contrario, para la representación de las consonantes de poca frecuencia se emplearán repetidamente los mismos grupos de números, dentro de cada despacho cifrado. Con ello se trata de despistar al criptólogo, disminuyendo aparentemente la frecuencia de las letras que más se repiten y aumentando, en lo posible, la de las letras menos usadas.

- No se transmitirá nunca bajo un nuevo cifrado un telegrama criptografiado ya en otra forma; por tanto, cuando una noticia u orden deba ser retransmitida a autoridades que utilicen claves diferentes, será distinta también la redacción de los mensajes.

- La misma norma de variar el texto, evitando la repetición de frases completas, se seguirá al contestar con cifra un telegrama recibido también con cifra o en lenguaje claro.

- Se restringirá cuando sea posible, el empleo de la cifra en los telegramas, LIMITÁNDOLO A LOS CASOS EN QUE EL SECRETO DE LA TRANSMISIÓN SEA VERDADERAMENTE INDISPENSABLE. Se evitará cifrar noticias, que correspondan a incidentes públicamente conocidos, en las que se transcriban nombres de lugares o de personas muy notirias, que puedan servir, al que capte el telegrama, para deducir la clave usada, pues los textos cifrados son tratados de poner en claro partiendo de la "palabra probable", elegida por el criptólogo, después de un serio examen del texto interceptado, su fecha, su origen, su destino y su longitud, relacionándolo con el acontecimiento del día a que parece probable se refiera.

- Queda terminantemente prohibido hacer, por conversaciones telefónicas, aclaraciones a dudas suscitadas por errores cometidos al cifrar o descifrar telegramas.

- Se recuerda la prohibición de sacar copias de las claves, así como que éstas sean llevadas a los domicilios de los encargados de la cifra, debiendo prevenir su conservación en lugar seguro.

 


 

LIBERTAD VIGILADA - Actividades Comint británicas en España (II)

 

por Arturo Quirantes
[Extraído del libro "Libertad Vigilada", con permiso del autor]

Segunda parte, capítulo 1:

En realidad, la interceptación de las comunicaciones españolas resultaba tan sencilla que llegaba a lo trivial. Si bien las líneas telefónicas internas estaban resguardas -salvo por la acción del espionaje clásico-, las comunicaciones telegráficas y de radio de alta frecuencia eran presa fácil. Con respecto a estas últimas, no había más que sintonizar un receptor en la banda de 5.500-5.800 kilohercios, ponerse los auriculares y tomar nota. La ubicación de los interlocutores podía obtenerse mediante radiogoniometría (triangulación sobre el mapa al captar la misma emisión desde distintas bases), pero no era necesario, toda vez que los indicativos de llamada eran bien conocidos. Así, la estación ECA correspondía a la zona de Madrid, ECS era el indicativo de Larache, ECZ3 el de Ifni, ECY el de Tenerife ECQ el de Tetuán; y eso tan sólo en lo que se refiere a los puntos de emisión de la Fuerza Aérea. También los indicativos de llamada navales eran conocidos, como por ejemplo el del crucero Canarias (AEC) o el del comandante de la flota (Y6Y). Y las estaciones del Ejército de Tierra eran asimismo transparentes para los británicos desde Madrid (RG3) hasta Gomera (EGB3) [7].

Por lo que se refiere a los códigos secretos españoles, la mayoría de ellos no pasaban de ser sistemas fáciles de descifrar. Incluso los que se conocían como "de alto nivel" ofrecieron poca resistencia a las habilidades de los criptoanalistas ingleses. La falta de tradición criptográfica en España se hacía notar. En una ocasión, la Aviación adoptó una máquina de cifrado que hubiese podido pasar por segura de no ser porque ya había sido estudiada y atacada con éxito por los británicos sesenta años antes. Por supuesto, si lo comparamos con otros sistemas de cifra, dicha máquina era lo más avanzado en protección criptográfica disponible en España, pero no estaba ni con mucho a la altura de los sistemas extranjeros.

Por otro lado, sí es de justicia reconocer que los sistemas criptográficos mejoraron sensiblemente tras la Guerra Civil, lo que obligó a los ingleses a hacer un esfuerzo extra para seguir accediendo a las comunicaciones españolas. Diversos sistemas de códigos y cifras fueron puestos en funcionamiento a comienzos de los años cuarenta. No obstante, el descifrado por parte de los criptoanalistas aliados fue sencillo. Por ejemplo, gracias a las escasa seguridad de las comunicaciones españolas, hoy podemos reclamar la paternidad de una curiosa actividad que está muy de moda: el uso de las abreviaturas en los mensajes cortos a móviles. La costumbre actual ya era práctica habitual de los operadores de radio españoles allá por los años 40. Las coletillas de uso común se convertían en palabras de dos o tres letras: ABZ (abrazos), ADS (adiós), HL (hasta luego), GRS (gracias), o MGRS (muchas gracias). Sin embargo, estas abreviaturas repetidas en todos los mensajes facilitaba la labor de los criptoanalistas ingleses, convirtiéndose en puntales desde los que atacar las cifras españolas.

De todos modos, aquellos operadores de radio españoles no eran de palabra fácil. Los británicos no contaban más que con los mensajes oficiales y, debido a las abreviaturas, mochos de ellos eran extraordinariamente breves. En 1942, la Sección de Inteligencia Inalámbrica de Gibraltar redactó un informe sobre las comunicaciones militares españolas en el que puntualizaba que "la disciplina es sorprendentemente buena y la charla de naturaleza no oficial prácticamente no existe." [8]

Algunas comunicaciones españolas tuvieron el honor de ser incluidas en la más secreta de las actividades Comint aliadas de la Segunda Guerra Mundial: la "Inteligencia Ultra." Esta expresión en clave indicaba la captación, descifrado, traducción, diseminación y uso de la información proveniente de las máquinas de cifrado alemanas Enigma. La ruptura de los códigos Enigma por parte de los Aliados constituyó uno de los mayores logros de la Segunda Guerra Mundial. Su utilidad para el planteamiento de tácticas con éxito en Europa, África y el Atlántico fueron enormes. Algunos historiadores calculan que contribuyó a acortar la duración de la guerra en dos años. Pero lo que no es tan conocido es que otros países recibieron máquinas de cifrado Enigma a finales de los años 30 y comienzos de los 40, como Italia, Suiza y España. Las máquinas Enigma usadas por dichos gobiernos eran de un modelo anterior al militar y, por tanto, más vulnerables al criptoanálisis. Ello proporcionó a los Aliados otra ventana sobre los planes de Hitler.

Aunque los detalles se desconocen y muchos documentos duermen todavía hoy en la sección de "secretos oficiales", se sabe que las máquinas Enigma fueron usadas durante la Guerra Civil española tanto por las tropas alemanas (Legión Cóndor) como por las fuerzas del general Franco. Sin embargo, la maquinaria de la "Inteligencia Ultra" estaba tan bien engrasada que ya en 1937 los ingleses leían los mensajes cifrados españoles. Ello fue posible porque las máquinas Enigma utilizadas en España eran versiones comerciales, muy inferiores en seguridad al modelo militar estándar de la Wehrmacht alemana. [9]

Al acabar la Guerra Civil Española, la "Inteligencia Ultra" siguió nutriéndose de la información española, ya que el Gobierno deFranco utilizó regularmente la Enigma para sus comunicaciones más secretas con sus agregados militares en Roma y Berlín. La información transmitida y recibida permitió a los Aliados estar cómodamente informados de aspectos tales como la cooperación industrial hispano-alemana, el intercambio de materias primas por maquinaria o la posible construcción de submarinos alemanes en España. Un estudio de los mensajes intercambiados entre Madrid y Berlín desclasificados por el Gobierno británico, muestra claramente el interés español por aprovisionarse en Alemania de sistemas clave para las Fuerzas Armadas, como torpedos, sistemas der radar, aleaciones o vidrios ópticos.

También las actividades alemanas en España recibieron un tratamiento especial. La Abwehr (servicio secreto del Ejército alemán) tenía estaciones de observación en diversos puntos alrededor de Gibraltar. Los agentes alemanes encargados de informar sobre los movimientos de barcos aliados enviaban sus mensajes cifrados en una clase especial de máquinas Enigma, ignorantes de que sus claves eran conocidas ya por los criptoanalistas ingleses. Otras fuentes alemanas de información incluían los transmisores que utilizaban para sus comunicaciones propias. En 1941 había, por ejemplo, una estación en Tetuán para comunicaciones con la embajada alemana en Madrid; dos transmisores para producir interferencias de radio, en Madrid y Pamplona; y una estación transmisora adicional en Sevilla para enviar mensajes a los servicios alemanes de inteligencia naval en París. [10]

Pero la Península Ibérica no sólo fue una valiosa fuente de información para la "Inteligencia Ultra", sino también uno de sus destinos. Una vez que la información enemiga era interceptada y descifrada, se enviaba por medio de una red segura a los principales generales y almirantes. Uno de sus destinos habituales era el Cuartel General de Gibraltar, particularmente en lo referente a la información para la lucha antisubmarina. Fue precisamente en Gibraltar donde el general norteamericano Dwight Eisenhower instaló su cuartel general provisional antes de aterrizar en Argelia; la información "Ultra" sobre los movimientos alemanes en el norte de África llegaba puntualmente a su enlace de inteligencia en el corazón de la Roca. Según el informe de un oficial de seguridad británico de la época, "la seguridad 'Ultra' en Gibraltar es excelente ... considero que la seguridad, tanto naval como aérea, es completamente adecuada." [11]

Acabada la Segunda Guerra Mundial, la alianza británico-norteamericana que permitió la ruptura de la máquina cifradora Enigma cristalizó en un pacto entre los servicios de inteligenca de ambos países, lo que hoy conocemos como "pacto UKUSA". Dicho pacto, al que también se unieron otros países anglosajones (Canadá, Australia y Nueva Zelanda) conllevó una especie de reparto del mundo, asignando las zonas donde cada país realizaría las interceptaciones de las comunicaciones. La guerra contra el nazismo dio paso la amenaza roja. Y la carrera del espionaje electrónico siguió su curso.

Aunque algunos capítulos de la Guerra Fría siguen todavía congelados, comienzan ahora a conocerse algunas actividades Comint aliadas en España. Durante la guerra árabe-isrealí de 1956, por ejemplo, se desarrolló un extraño conflicto interaliado. Francia y Gran Bretaña apoyaron una acción militar por parte de Israel para expulsar a Egipto del Sinaí e impedir la nacionalización del canal de Suez. Bajo los acuerdos UKUSA, Gran Bretaña se ocupaba de la Comint en Europa Occidental y Oriente Próximo. Con el objeto de mantener la sorpresa y evitar presiones por parte norteamericana, los británicos filtraron cuidadosamente la información que pasaban a Estados Unidos. Ello hizo que la guerra cogiese a Washington por sorpresa. Sin embargo, el flujo de información se restableció con prontitud. Estados Unidos se las arregló para obtener información actualizada sobre el conflicto gracias a sus estaciones de escucha en España, sobre todo en la base aeronaval de Rota.

En la actualidad, las comunicaciones en España siguen siendo de interés y, por tanto, son escudriñadas con atención. Como veremos a continuación, el Reino Unido sigue llevando a cabo sus actividades Comint desde Gibraltar. Se supone que las instalaciones del Peñón fueron pensadas para espiar las comunicaciones de los buques y submarinos soviéticos que atravesaban el Estrecho durante la Guerra Fría, y que sólo en tiempos recientes han sido reconvertidas para afrontar las nuevas amenazas a la seguridad. Sin embargo, dada la tradición británica de espiar a España desde su base gibraltareña, resulta cuando menos dudoso aceptar ese planteamiento. De hecho, no cabe duda de que el carácter estratégico de Gibraltar como estación Comint juega un papel decisivo en las conversaciones hispano-británicas sobre el estatus del Peñón, ya que el Reino Unido no se resignará a perder una de sus mejores bases de espionaje electrónico.


[7] PRO, doc. HW 18/37, Indicativos Armada (30 de septiembre de 1941); PRO, doc. HW 14/52, Indicativos Tierra y Aire 81942). Véase Anexo [al libro], Documento 9, "Spanish Air Force."

[8] PRO, doc. HW 14/53, nº 41 Wireless Intelligence Section, Gibraltar: "Report on Spanish Military W/T." (Mayo de 1942)

[9] Resulta muy difícil obtener informes fiables acerca de la fecha o las circunstancias en que las Enigma entraron en España por vez primera, pero bien pudieran haber llegado con los primeros contingentes de la Legión Cóndor alemana a finales de 1936. Hay asimismo indicios de que el almirante Canaris, jefe de los servicios secretos del Ejército alemán y gran admirador de Franco, jugó un papel determinante en la cesión de las Enigma a las fuerzas franquistas.

[10] PRO, doc. HW 14/53, memorándum al comandante Travis, "Spanish W/T traffic" (25 de sepiembre de 1942)

[11] PRO, doc. HW 14/62, memorándum del capitán Winterbotham (25 de diciembre de 1942)

 


 

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(c) Arturo Quirantes 2007

 


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